Terapia
¿En qué consiste la terapia psicológica?
La terapia es un proceso que permite identificar, comprender y manejar nuestras dificultades, aprendiendo estrategias que nos permitan afrontarlas de manera más adaptativa. Para ello, cuenta con diferentes fases:
Evaluación
Durante las primeras sesiones, el objetivo es conocerte, explorar tu contexto e identificar qué dificultades encuentras en tu día a día para individualizar el tratamiento psicológico.
Explicación de dificultades y establecimiento de objetivos
Una vez finalizada la evaluación, se explican las dificultades desde un punto de vista psicológico, se acuerdan los objetivos terapéuticos (qué se quiere conseguir con la terapia) y se propone el plan de tratamiento.
Intervención
En esta fase, se adquieren herramientas psicológicas, avaladas por la evidencia científica, para gestionar situaciones complicadas de manera más efectiva. Para que resulten útiles, es importante mantener una implicación activa en el proceso de terapia, aplicando lo aprendido durante las sesiones en el día a día. Además, recibirás material psicoeducativo sobre los aspectos trabajados, para poder profundizar al respecto.
Seguimiento
Una vez conseguidos los objetivos terapéuticos, la fase de seguimiento facilita que se mantengan a lo largo del tiempo. Para ello, se reduce la frecuencia temporal de las sesiones para comprobar, antes de finalizar la terapia, que se abordan de manera eficaz las dificultades encontradas.
Modalidad

Presencial
Valdemoro: Plaza de la Piña, 2.

Online
Con la misma cercanía y eficacia que la terapia presencial, desde casa. Requiere disponer de un espacio de intimidad para las sesiones.
Preguntas frecuentes
En ocasiones pensamos que, para acudir a terapia, hemos de experimentar un malestar muy intenso o tener un diagnóstico clínico, lo que puede llevarnos a aplazar pedir ayuda psicológica cuando la necesitamos.
Sin embargo, existen muchos motivos por los que una persona puede acudir a consulta por dificultades de su día a día. Por ejemplo, encontrarse mal y no saber qué le ocurre, tener dificultades para regular sus emociones o relacionarse de manera saludable con otras personas, superar una ruptura amorosa o la muerte de un ser querido, aprender a valorarse a sí misma y regular su autoexigencia, etc.
Para conocer el origen y el mantenimiento de un problema psicológico, resulta necesario evaluar de manera exhaustiva e individualizada las dificultades de la persona que acude a consulta y su contexto. Por ello, en una primera sesión resulta complicado facilitar una explicación psicológica de las dificultades, así como pautas específicas. Resultan necesarias 3-4 sesiones para recoger información y explicar, mediante el análisis funcional, el mantenimiento del problema, así como los objetivos de intervención y las técnicas de elección.
No obstante, tras una primera sesión se puede conocer si las dificultades de la persona son objeto de intervención clínica y, por tanto, puede beneficiarse de la terapia psicológica.
Las sesiones tienen una duración aproximada de 50 minutos.
Con respecto a su frecuencia, se recomienda acudir a terapia semanalmente, al menos al inicio del tratamiento, para facilitar los cambios terapéuticos y apreciar mejoras significativas. Una vez que estos cambios tengan lugar y la persona consiga manejar sus dificultades, las citas se espacian temporalmente hasta finalizar el proceso de terapia.
Las sesiones terapéuticas tienen un coste de 60€. Además, para facilitar la frecuencia semanal, se pueden adquirir bonos de 4 sesiones por 220€ (55€/sesión), a celebrar durante el mismo mes natural (p.ej., bono de enero).
Por su parte, las personas desempleadas y estudiantes que justifiquen su situación académico-laboral, tienen opción a tarifa reducida: 55€ sesión y 200€ bono mensual de 4 sesiones (50€/sesión).
No existe una duración determinada del tratamiento psicológico, ya que depende de múltiples factores (p.ej., tiempo que la persona presenta las dificultades, cantidad de objetivos propuestos, grado de implicación del usuario/a en la terapia, apoyo por parte del contexto…).
El funcionamiento de la terapia se evalúa a lo largo de todo el proceso terapéutico mediante indicadores de cambio que se obtienen de cuestionarios, autorregistros y verbalizaciones durante la propia sesión, entre otros. Si tienes dudas sobre tu progreso, puedes preguntar abiertamente a tu terapeuta.
Cabe señalar que el cambio terapéutico es progresivo y no lineal, es decir, existen momentos de malestar a lo largo del proceso de terapia, siendo necesarios para una mejora a largo plazo en la calidad de vida de la persona.